“Pero a medianoche, orando Pablo y
Silas, cantaban
himnos a Dios; y los presos los
oían. Entonces sobrevino de repente
un gran terremoto, de tal manera que
los cimientos de la cárcel se
sacudían; y al instante se abrieron
todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.Despertando el carcelero,
y viendo abiertas las
puertas de la cárcel, sacó la espada y
se iba a matar, pensando que los presos habían huido.
Mas Pablo clamó a gran voz,
diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí.El entonces,
pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de
Pablo y de Silas;y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?Ellos
dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.
Y le hablaron la palabra del Señor a él
y a todos los que estaban en su casa.
Y él, tomándolos en aquella misma hora
de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos
los suyos.Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con
toda su casa de haber creído a Dios” La salvación es un regalo, no un
premio. (Hechos 16:25)
Como hemos podido apreciar la salvación
es un regalo de Dios para la humanidad, para todo aquel que crea. En
tanto que mucha gente pretende ver la salvación como un premio al
esfuerzo, a la santidad o al servicio; Dios claramente nos dice que la
salvación es un regalo suyo.
*Marcos 9: 23 “Jesús le dijo: Si puedes
creer, al que cree todo le es
posible”
Sabemos
ahora que es por fe, esta promesa que Dios te da.
*
Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. Hechos16:31.
También podamos decir como Josue:
*pero yo y mi casa serviremos a
Jehová. Josue 24:15
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