martes, 4 de septiembre de 2012

Instrumento Útil En Las Manos De Dios


Los autores de la Biblia fueron todos hebreos menos Lucas, que era griego, y presenta la única excepción en esta lista de literatos que han escrito tan bien el libro que Dios les inspiró.

Los escritores de la Biblia:

 provienen de todas las clases sociales, y exhiben todo grado de preparación y de cultura. Algunos provienen de la alta sociedad: Moisés, instruído en toda la sabiduría de los egipcios; Isaías, criado en la corte del rey, del linaje real, culto, preparado para la obra de profeta a la que Dios más tarde lo llamara; Pablo, conocedor de las tradiciones y de la cultura y sabiduría de su raza, como pocos de su generación, y dedicado a la vocación de rabino; Lucas, médico, y hombre sumamente culto.
Estos hombres presentan un contraste notable con otros escritores que desempeñaron igualmente bien el ministerio que Dios les encomendó: Amós, hombre del campo, pastor de ovejas, cuyo lenguaje refleja la ruda vida campestre; Pedro, pescador, con solamente la instrucción rural más elemental; Juan, el amado hijo del trueno, pescador de oficio, con una instrucción básica y nada más.
Pero todos estos hombres poseían un elemento común que compensó su falta de cultura, o sea, un profundo conocimiento de Dios, una voluntad firmemente sujeta a los propósitos divinos, una contestación adecuada a la pregunta: ¿Cuál es mi relación con Dios, y qué quiere El que yo haga?
Estos hombres fueron los cauces por los cuales fluyera la corriente de la revelación a los hombres. Se presentaron como los instrumentos de que El se valió para comunicar su mensaje a los hombres.
Casi siempre ellos mismos nos cuentan el relato de la ocasión y de las circunstancias cuando por primera vez escucharon la voz de Dios que les comunicaba el mandamiento para ir a anunciar el mensaje al pueblo. A veces ellos nos cuentan cuál fue la actitud que asumieron cuando Dios los llamó: excusándose, rebelándose, etc., finalmente rindiéndose a Dios para ser utilizados por El.
Al escribir estas historias, profecías, salmos, evangelios, epístolas, y apocalipsis, los autores bíblicos se sintieron guiados por un móvil muy alto, que venía de Dios. La mente divina concebía y planeaba el libro que nosotros tenemos como la herencia mayor de las épocas proféticas y apostólicas. La inteligencia divina inspiraba e impulsaba a aquellos hombres a recibir primero el mensaje para comunicarlo a sus prójimos, y después a escribirlo para el beneficio de las generaciones siguientes.


Gillis, C. (1991). El Antiguo Testamento: Un comentario sobre su historia y literatura


 Génesis presenta a Dios como el Creador
Frente y en contraste con todas las explicaciones paganas de la creación del mundo y del hombre, Génesis afirma que el Creador de todo es el Dios que escoge revelarse a su pueblo escogido. La creació

n es un acto exclusivo de él y expresa su soberanía y su gracia. Los actos creativos de Dios manifiestan las características principales de la naturaleza de Dios. Expresan su poder de crear de lo no existente, su propósito de dar significado y propósito a la existencia de cada criatura, su santidad o trascendencia al quedar siempre diferenciado de su creación y su gracia en conceder sustento a toda criatura. La afirmación de Dios como Creador, necesariamente implica la absoluta autoridad de Dios en escoger las condiciones o términos de relación que desea tener con su criatura.
Carro, D., Poe, J. T., Zorzoli, R. O., & Editorial Mundo Hispano


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